Estamos muy muy contentos! Se une a Yololos Ana. La verdad es que siempre ha estado, como familia y seguidora del blog, pero es ahora cuando traspasa esa línea y pasa a ser colaboradora. Se lo propusimos hace poco porque, a nuestro entender, vivir en una ciudad como Barcelona te ofrece muchas experiencias que compartir. Y enseguida nos dijo que sí.
Ana es una mujer de su tiempo, con inquietudes, y sobretodo con muy buen gusto. Esto ha hecho que le demos carta blanca, con libertad total para que salga con su magnífica cámara y ojo curioso por los lugares que le interesan. Así que se merece una presentación a la altura de nuestra alegría, que es mucha...
Aquí os dejamos su post, que seguro que os parece igual de chulo que a nosotros!
En un día de esos
que emocionan de lo bonitos que son, cielo azul, sol y brisa, busqué qué oferta
tenía y, cómo no, había mercadillos que visitar, no de los de verdurillas sino
de los que seleccionan desde la ubicación hasta los participantes, así que me
decidí por dos que me llevarían a dos partes diferentes de la ciudad. Me puse
protección, agua en la bolsa y, ¡a la calle!
El primero, casi
secreto porque no estaba en la zona más habitual donde se celebran, era el Torre
Amat Market. Tras pasar por un gran corazón rojo hinchable colgado en la
fachada de este palacete modernista caminabas entre de los diferentes puestos
de creadores: ropa para mayores y peques, ilustraciones hasta llegar a la
galería desde la que se accedía a la doble escalinata de bajada hacia el jardín
donde estaba el dj pinchando y más
puestos bonitos donde se te iban los ojos y el bar para tomarte tranquilamente
un vermut a la sombra de los grandes árboles. Pude charlar un rato con Nerea de
Divuit que fue por quien me
enteré del evento mientras tenía un ojo puesto en sus creaciones con minerales,
esto es otra de las cosas que te ofrecen estos mercadillos: poder hablar
directamente con los creadores.
Tras regalarme las
orejas con dos jóvenes violinistas que tocaban en el metro, me fui callejeando
hasta el siguiente, The it Born Market, este, en el Palau Dalmases que acoge normalmente
espectáculos de flamenco y esta vez, dejaba paso a un mercadillo con aires de
veranito con puestos de ropa y los complementos distribuidos en el patio
barroco, otro escenario diferente. Aquí tuve la oportunidad de conversar con
Ale de Ale y Olé quien me puso al día de
los entresijos de estos markets, y me explicaba el éxito de los pendientes que
me estaba probando.
Después de reponer
fuerzas, seguí paseando entre callejuelas de esas en las que tienes que echar
la cabeza hacia atrás para alcanzar a ver el cielo.
Imagino a esta colaboradora con camiseta de rayas decorada con su cámara paseando por las calles de Barcelona buscando ese momento que decide inmortalizar, encuentra el momento y apoyada en su pared piensa no sólo en un título para la fotografía si no en como poder explicar lo que ella esta viviendo... Disfruta de éste nuevo viaje.
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