¿Os acordáis de la última tarta de cumpleaños que hicimos en casa? Sí, la de R2D2! Pues tanto éxito tuvo, que el cumpleañero ahora nos ha pedido otra de Star Wars. Y como nos gusta superarnos cada vez que se trata de prepararlo todo para la fiesta, nos hemos liado la manta a la cabeza y nos ha dado por fabricar el pastel de nuestra nave preferida de la saga: el Halcón Milenario.
Han sido unas cuantas horas de preparación: hornear dos tartas de chocolate para darle forma un día antes; cubrirlo de nutella completamente para que haga de "pegamento" cuando se le coloca encima el fondant, y preparar poco a poco todos los detalles que, más o menos, sirven para hacerlo reconocible. Incluidas las sombras dibujadas con un pincel y un poco de tinta comestible negra...
Nos ha dado mucha pena comerlo, después de ver la cara de sorpresa que se le ha quedado cuando ha visto a la nave de Han Solo y Chewbacca. Eso sí, estaba tan bueno que no ha quedado nada, porque además la ha compartido con todos sus amigos padawans!