Uno de los ambientadores naturales más eficaces que hay es el Papel de Armenia. Al igual que el incienso, por ejemplo, se utiliza quemando y ambienta con olores suaves cualquier espacio de la casa. Hace ya más de un siglo comenzó a utilizarse en París, al final del XIX, y pronto se hizo famoso por su aroma natural a resina de benjuí y su potencia a la hora de eliminar cualquier mal olor (tabaco, animales, fritura, humedad...)
Los libretillos en los que vienen las 36 tiritas que se queman pueden guardarse en armarios y contribuyen un poco a aromatizarlos. Y para utilizarlos, lo único que hay que hacer es doblarlos como un acordeoncillo y quemarlos un poco por la punta para que comiencen a desprender el humo oloroso. Con cada tira se pueden ambientar algo más de quince metros cuadrados, una habitación más o menos.
Los hay de tres olores, el original que huele a benjuí. vainilla y azúcar, el de rosas y el de mirra y madera. Aquí os dejamos un enlace donde podréis saber más de este increíble ambientador natural.