Dadle al play. Y veréis un maravilloso domingo de verano en pleno invierno. Nuestra excursión desde Bilbao hasta Mundaka, en tren!. Teníamos ganas de hacerla y el tiempo nos lo ha puesto en bandeja este fin de semana.
Salimos desde Bilbao (desde la estación de Atxuri, un interesante edificio de 1912 del arquitecto Manuel de María Smith) en dirección a Bermeo, para llegar a Mundaka. El viaje es muy bonito, sobre todo en su último trayecto. El paisaje urbano se va convirtiendo poco a poco en paisaje natural, hasta acabar en la reserva de la biosfera del Urdaibai.
Una vez en Mundaka, ha hecho tan bueno que nos hemos animado a bajar a la playa de Laidatxu, para ponernos el bañador, comer una ensaladilla de las que preparamos en verano y disfrutar de la arena. Después un helado frente al puerto de Mundaka y un café mientras vemos la famosa ola de izquierda de Mundaka, muy bien formada. Paseo final visitando la imponente iglesia de Santa María, del siglo XVI, y el casino, con su preciosa balconera mirando al mar. Y a eso de las seis de la tarde de vuelta tan contentos para casa, con el sabor del buen gusto que deja una excursión como esta. Una pequeña aventura simplemente deliciosa.
Salimos desde Bilbao (desde la estación de Atxuri, un interesante edificio de 1912 del arquitecto Manuel de María Smith) en dirección a Bermeo, para llegar a Mundaka. El viaje es muy bonito, sobre todo en su último trayecto. El paisaje urbano se va convirtiendo poco a poco en paisaje natural, hasta acabar en la reserva de la biosfera del Urdaibai.
Una vez en Mundaka, ha hecho tan bueno que nos hemos animado a bajar a la playa de Laidatxu, para ponernos el bañador, comer una ensaladilla de las que preparamos en verano y disfrutar de la arena. Después un helado frente al puerto de Mundaka y un café mientras vemos la famosa ola de izquierda de Mundaka, muy bien formada. Paseo final visitando la imponente iglesia de Santa María, del siglo XVI, y el casino, con su preciosa balconera mirando al mar. Y a eso de las seis de la tarde de vuelta tan contentos para casa, con el sabor del buen gusto que deja una excursión como esta. Una pequeña aventura simplemente deliciosa.
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