Esta semana hemos estado comiendo (un día menú de semana y otro picoteo de carta el sábado) en el Perro Chico. Nos lo ha recomendado Sandra. El nuevo, el que ha reabierto después de que el propietario del original, Santi, falleciera y con él uno de los restaurantes con más solera de Bilbao. Antaño refugio de famosos que pasaban por aquí, como Sofía Loren, Mario Vargas Llosa, José Carreras, Montserrat Caballé, Frank Gehry, Oliver Stone... hoy se ha convertido en un lugar donde comer un buen menú entre semana, a un precio muy asequible de 13,5 euros, y donde disfrutar de una cocina que marida sabores locales, mediterráneos y asiáticos. Pasta con espinacas o arroz verde con verduras de temporada, una merluza con piel marcada y acabada en el horno (muy buena), guiso del día (carrillera) y de postre el típico brownie y yogur cremoso con granola casera (también bueno). Con una buena cerveza todo por este precio nos resultó muy bien.
El sábado volvimos a cenar y pedimos todo lo de la carta para picotear. Arepas con guacamole, foie, rollitos vietnamitas, mejillones y enchiladas. Además el lugar tiene ambiente y buenas vistas, dominando el Casco Viejo desde San Francisco, está bien reconstruido y la atención es muy buena. En fin, recomendable.
Y para acabar la comida, se puede tomar un café o una infusión especial en el cercano Bihotz, un pequeño establecimiento situado en la calle Aretxaga subiendo hacia San Francisco. Curiosa y cuidada decoración retro que hace que uno se sienta como en casa de algún amigo, sentado en el sofá o entorno a una mesa de comedor.
Buen plan para cualquier día de la semana que seguro que repetimos en breve.
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