Ya estamos de vuelta! Hemos pasado unos días increíbles en París, con los peques y los sobris, en los que hemos hecho de todo. Desde visitar la ciudad hasta, como no, ir a Disneyland, y todo gracias a Esti, que nos ha acogido muy amablemente en su casa. Comenzaremos por el final, por lo que hicimos el último día antes de volver a España en tren. La mañana del día de vuelta aprovechamos para hacer una excursión por el Sena para ver París desde un Bateau Mouche. Es un viaje de unos setenta minutos más o menos, que sale de al lado del Puente del Alma en dirección este. A lo largo del recorrido se van viendo los monumentos que están a ambas orillas del Sena y pasando por debajo de los numerosos puentes que las unen. Puente de los Inválidos, de Alejandro III, de la Concordia, Real, del Carrusel, de las Artes, Puente Nuevo... Desde el barco se encuentra una posición privilegiada para disfrutar de Notre Dame de París, del Ayuntamiento, del barrio de Marais, del Louvre y el Museo d'Orsay, y cómo no, de la Torre Eiffel. Como hemos tenido un tiempo aceptable nosotros nos hemos puesto en la proa del barco, porque en la cubierta había mucha gente y un gran grupo de turistas orientales que nos puso un poco nerviosos con sus cámaras. Así que la mayor parte del trayecto la hicimos solos y disfrutando de un paseo por el París del Sena.
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