BAKIO

Bakio. Fin de semana con visita a la playa incluida. Temperaturas altas de mayo con cielos cubiertos, y colores plomizos y turquesas en otro de los arenales vizcaínos que solemos visitar. En verano nos acercamos cuando el plan es acabar comiendo en el Eneperi, aunque esta vez hemos paseado por la tarde a lo largo de la playa. Poca gente y tranquilidad, viento sur y una mar calmada han convertido Bakio en un buen destino, puesto que en cualquier día del año visitar este rincón de la costa es aconsejable. Bien en invierno, cuando la borrasca azota, en primavera con estos calores plomizos, durante el verano concurrido o en el otoño melancólico, Bakio siempre da algo al que lo pasea y lo disfruta.