Una de las comidas que preparamos este fin de semana pasado ha sido una musaka griega, para cenar el sábado. Como sabéis, la moussaka es un plato típico griego a base de berenjenas y carne picada, aunque también se prepara en otros países como Bulgaria, Serbia o Rumanía, con variantes que utilizan patatas en vez de berenjenas y crema o yogur en vez de bechamel.
Nosotros hacemos la versión más conocida, la de berenjenas y bechamel, aunque en vez de carne picada de cordero usamos la de ternera (es que alguna en casa no es muy amiga del cordero). La receta es muy parecida a la de la lasaña, porque es un plato a base de capas, así que adelante que queda muy rica:
Ingredientes para seis raciones:
. 2 Berenjenas
. 500 gr. de carne picada (cordero o ternera)
. 1 cebolla.
. 2 dientes de ajo.
. 2 tomates maduros.
. Bechamel: 500 ml. de leche entera, 3 cucharadas de mantequilla, 2 cucharadas de harina.
. Queso grana padano o parmesano rallado.
Cortad las berenjenas en rodajas de unos 10 mm. (porque luego reducirán en espesor bastante). Salarlas y dejadlas sudar sobre un papel absorbente durante media hora, para que luego no estén ácidas al comer. Dadles la vuelta a los quince minutos para salarlas y que suden por la otra cara. Mientras tanto pochad la cebolla y el ajo bien picados en la sartén con un buen chorro de aceite de oliva virgen y cuando estén dorados echad la carne para freírla bien. Podéis añadir especias mediterráneas, como orégano y tomillo, y también una cucharilla de canela (poco a poco según vuestro gusto). Esta última especia es la que puede darle un toque más o menos exótico u oriental...
A continuación escalfar rápidamente el tomate en agua hirviendo para poder pelarlo y trocearlo después en tacos que echaréis a la carne, para que en fuego medio vaya reduciendo hasta quedarse una mezcla espesa. Reservad esto último y pasad las berenjenas, ya sudadas, por el horno con un chorro de aceite por encima y durante unos quince minutos (podéis también freírlas pero quedarán más grasientas). Cuando las berenjenas estén podéis montar la musaka: sobre una fuente con un poco de aceite en la base ponéis una capa de berenjenas, encima una de carne, si queréis un poco de parmesano o grana padano rallado, otra capa de berenjenas y otra de carne. Por último cubrid con bechamel y un poco más de queso rallado.
La bechamel es fácil: fundid en una cazuela la manetquilla y añadid poco a poco la harina para que quede bien integrada. A continuación, con el fuego medio, id añadiendo muy poco a poco la leche, mientras removéis con unas varillas para que no queden grumos. Conforme se vaya evaporando la leche la salsa irá espesando y quedará mejor. Salar al final.
Bueno, ya tenéis vuestra musaka lista para meter al horno, 150º arriba y abajo, durante 15 minutos, y cinco más para gratinar la superficie. Que aproveche!
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