Blanco sin más. Un poco de nieve en nuestros paisajes y el blanco lo llena todo. Ahora que estamos en medio del invierno aparecen las fuertes nevadas aquí y allí, cerca de casa, en los montes, en las llanuras. Un viaje en autobús permite disfrutar tranquilamente de los maravillosos juegos entre los blancos de la nieve y los negros de esas alfileres naturales que luchan por respirar. De vez en cuando un claro en el cielo nos recuerda que hay un arriba y un abajo y consigue que esos rayos de sol se multipliquen al tocar las superficies blancas.
Por fin nieve desde el autobús.
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