Habíamos visto ya una figurita de Barbye especial para tartas, pero como todo lo que esta relacionado con la repostería creativa, carísima. Una compañera de trabajo de Néstor le dio la idea de utilizar una muñeca de imitación, de las que venden en los bazares chinos, se le quita las piernas y listo! (como suena...).
El principal consejo es hacer un día antes el cuerpo de la tarta y decorarla el día del cumpleaños. La tarta hace de vestido comestible y es muy fácil de preparar. Se necesita un cuenco semiesférico para darle la forma que luego se decorará. Con un bol es suficiente. Se coloca papel film para que luego sea más facil desmoldarlo. En su base se pone una primera capa de bizcocho (no muy gruesa, unos dos centímetros como mucho. Nosotros hemos comprado un bizcocho que está dividido en tres capas). Para que se pueda amoldar al recipiente, sin que se rompa, pintar con brocha de repostería y zumo de naranja las capas del bizcocho. Tras la primera capa de bizcocho, poner unos cinco centímetros de helado del gusto que queráis. Néstor ha utilizado fresa. A continuación otra capa fina de bizcocho y otra de helado de otro gusto (vainilla, nata, etc). Y acabáis con la última capa de bizcocho, como si fuese una tapa, tendréis que recortarla para que sea del mismo tamaño. Meter al congelador y guardar durante varias horas, sino se corre el riesgo de que se vaya descongelando en el tiempo que se tarda en decorar.
La decoración, a vuestro gusto. Primero una capa de nata montada, y después los adornos que queráis. Nosotros hemos utilizado pequeños corazones, virutas doradas y puntitos de colores de azúcar. Por último se coloca el cuerpo de la barbye y ya tenéis vuestra tarta con forma de princesa. Les daréis la mejor sorpresa de su cumpleaños!
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