Ya ha llegado el otoño de verdad. El más bonito. Y para verlo de verdad este fin de semana nos hemos acercado con la familia al Bosque de Orgi, uno de los últimos robledales húmedos que nos quedan y que se encuentra a pocos kilómetros de Pamplona. Está en el valle de Ultzama (un rincón navarro en el que además se come muy bien) y un paseo por el bosque con los pequeños siempre está bien. En realidad es un robledal muy preparado para caminatas fáciles, porque hay un sendero de dos kilómetros y medio que marca el camino y se acompaña con explicaciones interesantes y didácticas de lo que os vais encontrando. Robles, fauna, manantiales de agua salada,...
El otoño es sin duda la mejor época para subir a Orgi. El robledal está en su máximo esplendor porque los robles han empezado a cambiar de color, y una paleta de todos los tonos imaginables impresiona la vista del que lo visita. Rojos, marrones, naranjas, amarillos, verdes, violetas,... Algunas hojas han caído y el suelo también se cubre con infinitos colores. A veces se mezcla con los árboles y te encuentras con lugares de un marrón continuo de lo más mágicos. Si tenéis suerte y subís un día de sol después de otro lluvioso, veréis muchísimas setas y hongos, de todos los tonos, tamaños y formas.
Aquí os dejamos unas cuantas fotos y un pequeño video (con música homemade) que hemos sacado con la cámara del iphone mientras paseábamos tranquilamente bajo los árboles. Imagináoslas con un dulce silencio, roto de vez en cuando por suaves ronroneos de hojas mecidas por el viento juguetón que nos ha acompañado. Y con el tacto húmedo del aire frío y sano que te llega hasta el último rincón del cuerpo. A lo mejor, si os fijáis bien, descubrís debajo de alguna seta un pequeño duendecillo...
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