Un par de días en Madrid, antes de Navidad, visitando a nuestros amigos Bea y Julián. Hacía más de año y medio que no les veíamos y nos hemos regalado un encuentro en su ya famoso restaurante El Cocinillas, junto con Consu y Paty y Fran, que se han acercado también a Madrid. Ha sido un fin de semana largo divertidísimo, completo, lleno de risas y comidas, paseos por un Madrid bonito y engalanado para la Navidad, frío pero auténtico, lleno de vida.
Entre comida y cena hemos aprovechado para caminar por la siempre exultante y bulliciosa Gran Vía, pasar por delante del monumental Palacio Real, subir hasta el Marcado de San Miguel y llegar a la Plaza Mayor, donde todos los puestos ya están abiertos y se puede comprar cualquier tipo de adorno en el mercado de Navidad. Allí aprovechamos para comer en Casa Rúa un buen bocata de calamares y seguir dirección a la mítica Puerta del Sol, donde vemos el reloj que en menos de dos semanas dará paso al Año Nuevo. De allí a Callao y vuelta a Malasaña, donde hemos estado alojados de lo más a gusto gracias a nuestros grandes anfitriones.
Un poco de espera para que caiga la noche y se enciendan las luces de Navidad, que en Madrid son especialmente bonitas. Pero eso es tema del siguiente post...
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