Fin de semana completamente otoñal. Domingo de terraza jugando con el Lego y sábado completo, porque aprovechamos para hacer muchas cosas. Por la mañana, paseo al calor del sol y los colores marrones que ya cubren calles y parques. Patinando sobre hojas mojadas durante la noche y con olor a humedad y setas. Comer rico un buen puré hecho con verduras de temporada y por la tarde al teatro, a ver "Cuentos de un ciempiés, unos van de canto y otros del revés", una obra infantil de una hora de duración muy entretenida para los peques (lleno total), que no se levantaron del asiento mientras Luisa y Marisa contaban los cuentos escondidos dentro de los calcetines del ciempiés. Y para acabar, visita al centro comercial para unas cuantas compras y primeras luces de Navidad descubiertas con alegría. Vamos, un sábado de otoño completo.
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