Hoy empezamos la semana recordando la fiesta a la que asistimos hace dos sábados en Santurce. Allí celebraron un homenaje a las famosas sardineras que el siglo pasado trabajaron desde el Puerto de pescadores, transportando y vendiendo las famosas sardinas del Abra por toda la orilla de la Ría. Desde Santurce a Bilbao, como canta la canción, las sardineras cargaban con cestas sobre su cabeza o empujando carritos para vender la pesca de los arrantzales.
Allí bailamos y sobre todo volvimos a comer las sardinas asadas que tantas veces se han hecho sobre las parrillas del Puerto, ricas como siempre. Menos mal que estas buenas costumbres no se pierden...
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