Los peques van creciendo y la casa sigue transformándose, así que ahora, la cuna es también su sofá de lectura.
Poco a poco vamos completando su espacio. Y uno de nuestros objetivos es conseguir una habitación agradable, un lugar pensado en sus necesidades, en el que les apetezca estar y jugar. Y de nuevo Ikea nos ayuda a ello. El armario para su ropita, en realidad es un armario pensado para el baño, pero pusimos un tirador con forma de nube y dos barras para colgar la ropa y se convirtió en armario. En otro post ya os enseñamos nuestro espacio para los disfraces que camuflamos con el estor blanco que cuelga de una estantería lack. Y como os traemos hoy, la cuna ha pasado a ser un sofá al quitarle el lateral y completarla con estos cinco cojines, que hemos enfundado con las telas de la tienda que visitamos en Barcelona, las telas japonesas de Nunoya, y su osito Carlos, que descansa de maravilla entre ellos.
Un pequeño cambio más que están agradeciendo durante las tardes de lectura.
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