POCHAS

Este fin de semana hemos compartido con la familia una de nuestras comidas favoritas, pochas, y es que el tiempo pedía una comida que nos hiciese entrar en calor!

Este es un plato muy sencillo de hacer y como todos los de cuchara, cada vez nos gusta más. Nosotros lo hacemos como mi madre nos ha enseñado. 

Lo primero de todo depende de sin son frescas, congeladas o de bote. Cualquiera de sus formatos da unos resultados igual de buenos, la única diferencia es que lógicamente el tiempo de cocción es distinto.    

Nosotros esta vez hemos utilizado alubias de bote, en concreto de Gutarra (marca que utilizamos también para el cardo). Hemos hecho un sofrito con cebolla picada, ajos, pimiento verde y trocitos de jamón, que hemos añadido a la cazuela en la que las alubias ya habían empezado a hervir. Para que el caldo tenga cuerpo, además del tradicional plof plof, es un buen truco echar un vasito de agua fría a mitad de la cocción para que corte el hervor. Echar la sal al final. 

Si tenéis más tiempo del que teníamos nosotros este fin de semana... aquí va otra manera de hacerlo. Si las alubias no son frescas dejarlas en remojo durante por lo menos ocho horas. Ponerlas a cocer con el agua fría. Se utilizan los mismos ingredientes que antes (una cebolla picada, tres dientes de ajo enteros, y pimiento verde en dados), pero se incorporan en crudo. Durante la cocción se va echando un chorrito de aceite crudo. La clave de nuevo es el plof plof, el vasito de agua fría para romper el hervor y echar la sal al final.