BELENES

 

Fin de semana frío y lluvioso, más de invierno que de otoño. Y qué mejor plan que empezar a respirar el ambiente navideño yendo a la exposición de belenes de Pamplona. Este año los han expuesto en el Palacio de Congresos Baluarte, y ha sido diferente. Porque otros años los visitábamos en la Parroquia de Cristo Rey y recordaba un espacio oscuro y pequeño, en el que cuando te asomabas descubrías un paisaje profundo y lleno de detalles. Era grande la sorpresa cuando los paisajes oscurecían, se veían las estrellas y las casas se iluminaban como si estuvieses en un pueblo cualquiera, fascinante. Mi madre siempre me contaba que ellos de pequeños ganaron un concurso con un belén que también se oscurecía. Lo recuerda con especial cariño y siempre formaba parte de las historias de mi querida abuela, que seguro que lo celebró por todo lo alto.

Pero en Baluarte la exposición es mucho más accesible y fácil para que los más pequeños disfruten de estas pequeñas maravillas. Buscan a Jesús, y mientras lo encuentran señalan pequeños gatos, ovejas o burros en el fondo del paisaje, gritan cuando ven a los tres reyes magos con sus camellos cargados de regalos y abren la boca cuando en alguno de los belenes se hace de noche y salen las estrellas. La exposición cuenta con unos quince montajes grandes y otros tantos más pequeños. Es de las mejores que conocemos aunque también reconocemos que los belenes sevillanos y madrileños tienen mucha fama. Nosotros nos quedamos con los que hemos visto toda la vida.